Fuiste mi fuerza cuando estaba débil,
fuiste mi voz cuando no podía hablar,
fuiste mis ojos cuando no podía ver,
tú decías que lo mejor estaba en mí, me ayudaste
a avanzar cuando no podía llegar, me diste fe,
pues tú creías en todo lo que yo era,
porque tú me amaste.
No hay comentarios:
Publicar un comentario